Si hay una verdad aceptada en el mundo de la cocina, esta es que la zanahoria es buena para la vista, por lo que debe incluirse en la dieta. Es posible que incluso te hayan obligado a comerla para que no tengas problemas oculares en el futuro. Pero como toda creencia popular, tiene una parte de verdad y otra de mito. ¿Es cierto que la zanahoria mejora a vista o no es para tanto?
Vamos por partes. Primero de todo, debes saber que la zanahoria es una hortaliza rica en agua, fibra, vitaminas y minerales, que puede consumirse tanto cruda como cocinada. Uno de los componentes más importantes en este caso es el betacaroteno, un pigmento que le da su característico color naranja y a partir del cual nuestro cuerpo elabora la vitamina A. Su aporte nutritivo es mayúsculo, ya que 100 gramos de zanahoria cruda equivalen al 178% de la recomendación diaria de vitamina A.
Betacaroteno
Este pigmento que se transforma en vitamina A ayuda a reparar las células dañadas de nuestro cuerpo, ya sea por un envejecimiento prematuro, por los malos hábitos o por motivos externos como la contaminación ambiental. Un estudio de la Universidad de Duke confirmaba que la falta de vitamina A podía provocar el deterioro de los segmentos externos de los fotorreceptores del ojo, por lo que la visión empeoraría.
Además, cuando los betacarotenos se combinan con las vitaminas C y E, el zinc y el cobre, ayudan a reducir el riesgo de degeneración macular, que es un trastorno que provoca la pérdida de visión en personas mayores. Por lo tanto, la relación entre la zanahoria y mejora de la vista no es un mito, si no que están relacionados gracias a lo betacarotenos.
Este pigmento, además de ayudar a la vista, aporta múltiples beneficios para nuestro cuerpo. Toma nota de ellos:
- Es un potente antioxidante y puede relacionarse con la disminución de la incidencia de enfermedades coronarias y de formación arterial, según algunos estudios.
- Mantienen una estrecha relación con la piel por varios motivos. Por una parte, ayudan a mantener la salud de la piel, ya que los betacarotenos modulan la sensibilidad al sol de las personas fotosensibles, además de retrasar el deterioro de la piel gracias a sus propiedades antioxidantes. Pero aparte, los betacarotenos también potencian el bronceado. Sin embargo, hay que ir con cuidado, ya que debes seguir aplicándote crema solar cada vez que estés bajo el sol para proteger tu piel.
- Mejoran la función cognitiva si comemos de forma regular alimentos que contengan betacarotenos.
- Contribuyen el buen funcionamiento del sistema inmunitario, gracias a que permiten alcanzar los niveles correctos de glóbulos blancos.
El betacaroteno, aparte de encontrarse en las zanahorias, también está presente en otros alimentos rojos, naranjas y amarillos, como por ejemplo: calabaza, pimientos, tomates, maíz, boniato, naranjas, ciruelas, mango, fresas...